¿Quién como Dios? ¡Nadie como Dios!
Hoy estaremos trabajando la virtud de la Mansedumbre
"Tomad sobre vosotros el yugo mío, y dejáos instruir por Mí, porque manso soy y humilde en el corazón, y encontraréis reposo para vuestras vidas" (Mt 11, 29)